

12 noviembre 2010 | Por jose manuel paniagua
Un Gobierno muy débil y una elevada deuda pública son las razones que han hecho aumentar el grado de desconfianza de los mercados financieros hacia Irlanda. La presión que estos comienzan a ejercer sobre la deuda de ese país se está volviendo insoportable.
Websdirect ©️ 2023 Todos los derechos reservados
Cookie | Duración | Descripción |
---|---|---|
cookielawinfo-checkbox-analytics | 11 months | This cookie is set by GDPR Cookie Consent plugin. The cookie is used to store the user consent for the cookies in the category "Analytics". |
cookielawinfo-checkbox-functional | 11 months | The cookie is set by GDPR cookie consent to record the user consent for the cookies in the category "Functional". |
cookielawinfo-checkbox-necessary | 11 months | This cookie is set by GDPR Cookie Consent plugin. The cookies is used to store the user consent for the cookies in the category "Necessary". |
cookielawinfo-checkbox-others | 11 months | This cookie is set by GDPR Cookie Consent plugin. The cookie is used to store the user consent for the cookies in the category "Other. |
cookielawinfo-checkbox-performance | 11 months | This cookie is set by GDPR Cookie Consent plugin. The cookie is used to store the user consent for the cookies in the category "Performance". |
viewed_cookie_policy | 11 months | The cookie is set by the GDPR Cookie Consent plugin and is used to store whether or not user has consented to the use of cookies. It does not store any personal data. |
Lo primero que hay que aclarar es que cuando hubo que salvar a los bancos irlandeses ninguno de los escribas a sueldo de los financistas se acordó de advertir que Irlanda tenía mucha deuda pública.
Señores tenemos que salir de esta lógica perversa del capitalismo, tenemos que modificar aunque sea por métodos no tan «civilizados» esta financiarización de la economía que se viene dando ya hace más de una década. No es posible que se esté promoviendo estas políticas de respeto y consideración a estos chupasangre que tienen a casi todos los gobiernos en el bolsillo (nunca mejor dicho).
Claro, primero tenemos que cuestionarnos todo lo que nos metieron en la cabeza los últimos treinta años con sus fundaciones, universidades, periódicos etc.