La crisis cuesta un riñón

A la cultura romántica popular pertenecen frases tan utilizadas como “te daría mi vida”, o “mi corazón es tuyo”. En época de crisis hay que andarse con ojo con lo que se dice, no vaya a ser que se lo tomen al pie de la letra.

1 comentario
luismipalacios
miércoles, 22 abril, 2009
Algunas personas necesitadas de ingresos inmediatos para pagar sus deudas las han utilizado de referencia para dar un paso más allá en un intento desesperado de no romper la relación que mantienen con las entidades financieras que les han concedido créditos. Según denuncia la asociación de consumidores FACUA, algo más de una docena de páginas web anuncian venta de órganos a través de Internet. Esta asociación dice temer que "se convierta en un fenómeno creciente" en nuestro país debido a los efectos de la crisis. Los anunciantes, en su mayoría españoles y varios latinos residentes en España, ofertan riñones, pulmones y médula "a precios que oscilan entre los 15.000 y el millón de euros" por estar pasando "graves apuros económicos" Pero no podemos olvidar que es una práctica ilegal. Cada persona no puede disponer y hacer uso de sus riñón, de su pulmón o de su médula así como así. Se podría decir que son patrimonio de la humanidad. Por muy apurada que sea la situación, no se puede comprar, ni vender. Es como si la Comunidad Valenciana vendiera “La Dama de Elche” para financiar el circuito úrbano de Fórmula 1 de Valencia. Las redes internacionales y mafias dedicadas al tráfico ilegal de órganos se deben de estar frotando las manos con la crisis. Cuanto más profunda sea, y ésta es muy profunda, más rentable y duradero será el negocio. Pero no resulta tan sencillo el poner en venta un órgano. Es ilegal, además de poco ético moralmente. El Ministerio de Sanidad y Política Social ha dejado claro de que, cuando se detecta un anuncio de venta de órganos en Internet, se denuncia de forma inmediata a la Unidad de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil, ya que la ley prohíbe de forma expresa "cualquier publicidad sobre la necesidad de un órgano, tejido o sobre su disponibilidad, ofreciendo o buscando gratificación o remuneración".

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Un comentario en «La crisis cuesta un riñón»

  1. Otra forma de ahorrar es comprando cartuchos reciclados, no solo ahorramos dinero sino que también colaboramos con el medio ambiente.

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