

En nuestro país apenas el 1% de todas las viviendas se encuentran en el nivel máximo mientras que un 83% se sitúan por debajo del nivel D. Más de la mitad de viviendas que existen en nuestro país fueron construidas antes de la década de los 80 por lo que si no han sido reformadas son lo que se conoce como “ruinas energéticas”. Este tipo de información resulta fundamental para iniciar reformas en una vivienda y generar un ahorro considerable en la factura de la luz.
Ventajas del aislamiento térmico
Contar con un buen sistema aislante a nivel térmico resulta necesario en dos sentidos. Por un lado beneficia a la reducción del consumo y ayuda a reducir la contaminación en nuestro planeta. Sin embargo, a nivel doméstico también proporciona un ahorro considerable. ¿Sabías que según Danosa puedes reducir hasta 400€ al año en la factura de la luz sólo optimizando el aislamiento térmico de tu vivienda? Esto no es raro si tenemos en cuenta que cerca del 99% de edificios residenciales y todo tipo de viviendas sufre pérdidas de calor innecesarias en invierno. Si conseguimos reducir este tipo de fugas y pérdidas dentro de nuestros hogares estaremos reduciendo la factura de la luz en un 50%, lo cual equivale a 400€ anuales. Impresionante, ¿verdad? La mayoría de fugas se producen en los tejados de las viviendas (concretamente más de un tercio de las pérdidas de calor). El mejor material para retener la temperatura e incluso incrementarla es la madera. Un tejado con protección térmica de madera ayuda no solo a proteger el calor del interior sino a elevar la temperatura. Por otro lado actuar en los muros, ventanas y puertas de todas las estancias resultará fundamental pues el resto de fugas de calor se producen a través de éstos.