

Cómo aislar térmicamente nuestra vivienda
Al hacer una reforma de la vivienda debemos tener en cuenta estos puntos para poder beneficiarnos de este ahorro energético:
Paredes: Lo ideal es tener cámaras de aire, sino lo tenemos deberemos instalar lana mineral entre el tabique interno y el externo de la casa. Estos paneles tienen unos 40 mm. de espesor y ademas tenemos que añadir la capa de yeso, por lo que tendremos el inconveniente de perder un poco de espacio. Una alternativa a estos paneles de lana mineral es usar una inyección de lana mineral que tiene un espesor de unos 5 cm, por lo que la pérdida de espacio será prácticamente imperceptible.
Ventanas: Suele ser por donde más energía se pierde. Es imprescindible instalar unas ventanas con doble acristalamiento y asegurarnos que las que nos instalen además tengan los marcos bien sellados para que no se fugue por ahí la energía. Con este tipo de ventana además lograrás mejorar el aislamiento acústico así como reducir los niveles de humedad, causante de que tengas más calor en verano y más frío en invierno.
El suelo: Prueba la tarima de madera, es un aislante muy eficaz y además es muy confortable. Si te gusta más el suelo de cerámica prueba a instalar calefacción con suelo radiante. Este tipo de suelo tiene una repartición del calor muy eficiente y ayuda al ahorro energético.
El tejado: Si vives en una casa unifamiliar, no te puedes olvidar de aislar correctamente el tejado. Se calcula que en torno al 30% del calor se escapa por allí. Una buena opción es utilizar también lana mineral, pues es un buen aislante térmico, acústico y además ejerce cierta protección contra el fuego. Aunque en principio pueda parecer lo contrario, lo cierto es que hacer una reforma para aislar térmicamente la casa a la larga siempre sale rentable.