

Los tiempos de recesión económica en los que nos encontramos todavía siguen teniendo sus efectos en muchos hogares españoles, que aún se resienten por sus efectos. El ahorro se convierte en la principal alternativa a tener en cuenta para la subsistencia de las familias y el carburante de nuestro vehículo no es una excepción. Si nos atenemos a los estudios oficiales, nos daremos cuenta de que durante los nueve primeros meses del pasado año 2014, el 98, 7% de los turismos vendidos en España eran de motor químico. Como consecuencia de todo esto, el carburante seguirá siendo una parte esencial en el presupuesto de muchas familias españolas durante algunos años más. El gasto en combustible de un turismo a medio plazo, con un rodaje de unos 90.000 km, ronda ya los 5.300 euros., unas cifras que no se han de pasar por alto. En aras de apostar por el máximo ahorro, espacios como la Mutua Madrileña, que nos permitirá obtener un 3% de descuento en combustible y nos acercan un sorteo de 1.500 euros en carburante. Por otro lado, a nivel particular, hemos de aprovechar las facilidades que nos acercan las aplicaciones desde muy diversos dispositivos móviles. Tales herramientas nos muestran en tiempo real cuál es la mejor ruta hasta nuestro destino, lo que incluye evitar los costosos atascos de tráfico. Bien es cierto que la amplia mayoría de los coches ofertados en el mercado son aerodinámicos y, por lo tanto, nos permitirán movernos con más rapidez empleando menos energía. Has de recordar que por cada peso adicional de 100 kilogramos, el gasto en carburante se incrementará un 5%. La temperatura en el interior de nuestro vehículo debe oscilar entre los 23 y los 25 ºC. Circular con las ventanas totalmente gasta un 5% más de combustible frente a utilizar el aire acondicionado, que aumentará en un 25% el consumo del carburante. Igualmente se ha de revisar con detenimiento la presión y el alineado de los neumáticos, porque de no ser así se incrementará la potencia de la rodadura, el rozamiento y, por consiguiente, el consumo de combustible. Tampoco has de olvidar que con la velocidad también se incrementa sobremanera el gasto del combustible. Sin ir más lejos, según el IDAE, pasar de 90 a 120 kilómetros por hora supone un incremento en el consumo de un 40%. Por otro lado, has de recordar que el ralentí consumo combustible entre 500 y 700 militros por hora. En el caso de que el vehículo esté parado durante más de un minuto como en un atasco, es necesario apagar el motor. Un coche mal reglado puede llegar a consumir hasta un 9% de carburante que un modelo que no lo está. Además de evitar averías innecesarias, tener el coche a punto, con el aceite correcto y los filtros limpios. También es importante que evites los acelerones y los frenazos innecesarios. Cuando tengas que reducir la velocidad o detenerlo por completo, has de hacerlo de manera progresiva. En cuanto a los cambios de marcha, sitúate entre los 2.000 y los 2.500 rpm en los coches con motor de gasolina y entre los 1.500 y 2.000 rpm en los Diesel. Si tu coche no tiene cuentarrevoluciones, puedes tomar como referencia la velocidad. Teniendo en cuenta algunos de los puntos anteriores podrás ahorrar en carburante. ¿Vosotros habéis tenido en cuenta algunos de ellos?, ¿cómo fue vuestra experiencia?