¿Cómo ser un buen director de personal en época de crisis?

En una situación de crisis económica y laboral como la actual, la figura del director de recursos humanos cobra especial relevancia dentro del organigrama de la empresa. En sus manos está la creación de un grupo de trabajo estable y motivado, algo fundamental para el futuro de la empresa.

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jose manuel paniagua
martes, 28 septiembre, 2010
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Responsables en muchos casos de tomar decisiones muy complicadas. También, lo son de fomentar políticas como la motivación, la gestión del talento, la conciliación laboral, y son los encargados de potenciar la comunicación y el entendimiento entre la empresa y la plantilla.

El Grupo de gestión y desarrollo del capital humano Meta4 ha elaborado una serie de reglas de obligado cumplimiento para un buen director de recursos humanos. Pautas que ayudarán a estos profesionales a gestionar con éxito la plantilla y a sacar el máximo rendimiento de los profesionales a su cargo

Las reglas básicas que debe tener en cuenta un buen gestor de recursos humanos:

  • Conocimiento del negocio de la compañía y de sus objetivos a corto, medio y largo plazo. Todas las políticas de recursos humanos deben apoyarse en la estrategia de la empresa.
  • Conocimiento de la plantilla: cómo son los empleados, sus necesidades personales y profesionales, sus características y cómo evolucionan.
  • Cultura de servicio: Una de sus misiones es proveer de herramientas y soluciones al resto de la organización para conseguir los objetivos.
  • Capacidad para gestionar situaciones complicadas: En un mundo donde reina la diversidad de culturas, generaciones y en el que se trabaja desde cualquier punto del mundo, es esencial que aporte soluciones específicas a situaciones concretas. La personalización en sus iniciativas es un aspecto cada vez más demandado en las empresas.
  • Conciliación: el director de recursos humanos debe ser la llave que abra la puerta al entendimiento en las situaciones de conflicto que surjan dentro de las organizaciones.
  • Comunicación: Transmitir valores, objetivos e imagen de compañía. Ser transparentes, en la medida de lo posible, adecuando el mensaje a cada momento. Ser un foco de información para el resto de directivos y de la plantilla, de manera que facilite la toma de decisiones.
  • Coherencia: Transmitir una imagen de coherencia que permita reconocer una identidad de compañía más allá de la pluralidad.
  • Orientación a resultados: debe orientar su función y la de su departamento para conseguir resultados concretos.
  • Apertura de mente y gestión de proyectos: Involucrar a compañeros que no pertenecen al propio departamento para enriquecer los puntos de vista y garantizar la aplicación de estas decisiones.
  • Aprendizaje continuo: Estar al día de todas las posibilidades que existen en el mercado. No se trata de ser expertos en todo, sino de saber a quién o a qué acudir en el caso de necesitarlo.

Imagen sujeta a licencia CC de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

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