

Responsables en muchos casos de tomar decisiones muy complicadas. También, lo son de fomentar políticas como la motivación, la gestión del talento, la conciliación laboral, y son los encargados de potenciar la comunicación y el entendimiento entre la empresa y la plantilla.
El Grupo de gestión y desarrollo del capital humano Meta4 ha elaborado una serie de reglas de obligado cumplimiento para un buen director de recursos humanos. Pautas que ayudarán a estos profesionales a gestionar con éxito la plantilla y a sacar el máximo rendimiento de los profesionales a su cargo
Las reglas básicas que debe tener en cuenta un buen gestor de recursos humanos:
- Conocimiento del negocio de la compañía y de sus objetivos a corto, medio y largo plazo. Todas las políticas de recursos humanos deben apoyarse en la estrategia de la empresa.
- Conocimiento de la plantilla: cómo son los empleados, sus necesidades personales y profesionales, sus características y cómo evolucionan.
- Cultura de servicio: Una de sus misiones es proveer de herramientas y soluciones al resto de la organización para conseguir los objetivos.
- Capacidad para gestionar situaciones complicadas: En un mundo donde reina la diversidad de culturas, generaciones y en el que se trabaja desde cualquier punto del mundo, es esencial que aporte soluciones específicas a situaciones concretas. La personalización en sus iniciativas es un aspecto cada vez más demandado en las empresas.
- Conciliación: el director de recursos humanos debe ser la llave que abra la puerta al entendimiento en las situaciones de conflicto que surjan dentro de las organizaciones.
- Comunicación: Transmitir valores, objetivos e imagen de compañía. Ser transparentes, en la medida de lo posible, adecuando el mensaje a cada momento. Ser un foco de información para el resto de directivos y de la plantilla, de manera que facilite la toma de decisiones.
- Coherencia: Transmitir una imagen de coherencia que permita reconocer una identidad de compañía más allá de la pluralidad.
- Orientación a resultados: debe orientar su función y la de su departamento para conseguir resultados concretos.
- Apertura de mente y gestión de proyectos: Involucrar a compañeros que no pertenecen al propio departamento para enriquecer los puntos de vista y garantizar la aplicación de estas decisiones.
- Aprendizaje continuo: Estar al día de todas las posibilidades que existen en el mercado. No se trata de ser expertos en todo, sino de saber a quién o a qué acudir en el caso de necesitarlo.
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