

Demos un repaso a las principales claves de la reforma aprobada a finales de la pasada semana:
Arbitraje: Las empresas que sean incapaces de llegar a un acuerdo sobre el nuevo convenio dentro de los plazos marcados deberán someterse a un proceso de mediación o arbitraje, que sería vinculante, y evitaría sobrecargar a los juzgados de lo social con tantos conflictos.
Ultraactividad: El nuevo Decreto Ley evitará que los convenios decaigan cuando no haya acuerdo sobre su renovación y establece un periodo de entre 8 y 14 meses para su negociación. 8 meses para los convenios con una duración de 2 años y 14 meses para aquellos con un mayor periodo de vigencia.
Flexibilidad interna: La reforma de la negociación colectiva quiere dotar de una mayor flexibilidad interna en las empresas, de forma que cuando sufran cambios o pasen por épocas de crisis, se puedan adaptar mejor a las nuevas condiciones, con el objetivo final de mantener los puestos de trabajo, en lugar de recurrir al despido.
El documento advierte que estas medidas de flexibilidad deberán ser pactadas entre los representantes de la empresa y los propios trabajadores y sólo deja clara la medida de que como mínimo el 5% de las horas de trabajo anuales de un empleado podrán ser distribuidas de forma "irregular" para acomodarse a las necesidades de producción de la empresa (las llamadas jornadas flexibles).
Las comisiones paritarias toman protagonismo con la reforma: Serán las encargadas de interpretar los convenios colectivos en caso de discrepancias entre trabajadores y representantes de la empresa antes de que el conflicto llegue a los órganos de mediación y arbitraje.
Creación del Consejo de Relaciones Laborales y de Negociación Colectiva: El Decreto Ley aprobado el pasado 10 de junio propone la creación de este consejo que actuará como órgano de consulta y asesoramiento que estará adscrito al Ministerio de Trabajo y que tendrá carácter tripartito y paritario.
Prioridad de los convenios de empresa sobre el sectorial en lo relativo a los salarios, vacaciones, horarios, modalidades de contratación, vacaciones…
El Gobierno espera que gracias a la reforma crezca el número de trabajadores regulados por convenios durante los próximos años y espera que los salarios o las jornadas laborales sean “adaptadas” para evitar nuevos parados. El Decreto Ley no habla de nada relacionado con las mutuas y el absentismo, uno de los caballos de batalla de los sindicatos.
Imagen sujeta a licencia CC de Brittany