

El aumento de la tasa intermensual hay que razonarlo debido a la subida de impuestos que el Gobierno efectuó sobre el precio del combustible y el tabaco, que entró en vigor a mediados del mes pasado. El INE refleja que los precios de las bebidas alcohólicas y tabaco se incrementaron un 4,3% y los del transporte, un 2,2%. Los alimentos y bebidas no alcohólicas registraron la segunda mayor caída en tasa interanual, después del transporte, al descender los precios un 1,8%. Destacan la caída de precios del aceite (15,2%), las patatas y sus preparados (12,4%) y la leche (8,2%).
Pero la inflación anual sigue cayendo de forma angustiosa. Uno de los motivos hay que encontrarlo en el precio del combustible. La reducción de demanda ha provocado que el barril de Brent ronde actualmente los 60 dolares, lo que significa que está a mitad de precio del que teníamos hace un año. La tasa anual de inflación subyacente, que excluye la evolución de los precios de los alimentos frescos y los productos energéticos, es del 0,8%, una décima menos que la registrada en el mes anterior.
El Ejecutivo descarta la temida inflación, aunque no de forma rotunda. Para que se produzca de forma oficial los precios tienen que caer durante dos trimestres consecutivos. Desde el Gobierno vaticinan que los precios volverán a sufrir un incremento a partir de otoño.