

En una rueda de prensa ofrecida en Buenos Aires, el economista dijo que "España realmente no tiene otra alternativa más que lo que se puede llamar una devaluación interna. Tiene que tener una caída en sueldos y precios, una caída relativa en relación a Alemania".
Además, el euro como moneda única, "plantea problemas graves para regiones deprimidas de Europa como España que no tiene una forma real de ajustarse", lo que se puede agravar aún más con una eventual subida de los tipos de interés mientras la economía española sigue con un crecimiento negativo o cercano a cero.
Debido a la gran burbuja de la construcción que hemos vivido, que Krugman calificó de “monstruosa”, ahora tenemos un desempleo que se acerca al 20% y los trabajadores españoles tendrán que “trasladarse a otras partes de Europa o sufrir una caída en sus salarios relativos”, constató.
Sin embargo, es complicado que los trabajadores se muevan con total libertad dentro de la Unión Europea ya que es muy difícil que los costos y salarios estén alineados. Esto se podría haber realizado si en España mantuviéramos la peseta, pero con la moneda única, esta herramienta de política monetaria ha desaparecido.
Además defendió para Europa un federalismo fiscal, similar al de Estados Unidos. De este modo, España podría actuar como lo han hecho Florida o California. Estos dos estados americanos también se han visto severamente afectados por la burbuja inmobiliaria, pero inmediatamente recibieron ayudas del gobierno central, lo que no va a suceder en España con ayudas europeas.
Finalmente, afirmó que a pesar de ser una medida que “no le gusta” y de no ser una “medida” de ajustarse, es la única alternativa “disponible” para lidiar con la deflación, que “inevitablemente” se dejará ver en nuestro país, la cuestión es si va a pasar relativamente rápido o si planea quedarse.