

La crisis se ha cebado con España, Portugal y Grecia fundamentalmente, y el organismo internacional tiene serias dudas sobre la evolución de la economía de estos tres países. Al pertenecer a la zona euro, no pueden depreciar su moneda como han echo otros países para aliviar sus agobiadas finanzas públicas. Por eso, el FMI basa su recuperación en un restablecimiento de la competitividad de su mercado laboral, e indica que esto significa asumir grandes sacrificios, pero necesarios.
Olivier Blanchard, economista jefe del FMI, aseveró que "ahora con la crisis, Portugal, España y Grecia tienen serias dificultades que implican ajustes muy penosos. Sobre todo cuando el entorno inflacionista es muy bajo".
Por otro lado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) manifestó durante el transcurso de la semana que la reforma del sistema de pensiones en España necesita "esfuerzos complementarios" a lo que ha propuesto el Gobierno de nuestro país, sin embargo juzgó que la decisión es muy positiva y propuso diversificar la financiación con pensiones complementarias privadas.
La OCDE apoya el incremento tanto de la edad de jubilación como del número de años necesarios para su cálculo, porque permiten seguir el camino ya marcado por otros países que ya han reformado su sistema de pensiones. La Organización del Desarrollo Económico también apostó por introducir un nuevo reglamento en los planes privados encaminado a aumentar la cantidad de dinero destinado a financiar la jubilación y proteger de forma más eficaz las pensiones privadas de la volatilidad de los mercados financieros.
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