

Los socialistas se lo esperaban, sabían que lo que iba a suceder, se han dejado llevar por un presidente cuya imagen se encuentra muy deteriorada y que ya hace algunas fechas anunció que abandonaba el barco, algo que ha perjudicado tanto al partido como a él mismo.
Desde la cúpula del PSOE echan la culpa de su batacazo electoral a la crisis económica que azota a todo el mundo y especialmente, a nuestro país, desde 2008. Pero bajo mi punto de vista, más que la crisis, lo que ha enterrado a los socialistas es su forma de gestionarla, primero negándola y cuando ya no tuvieron más remedio que aceptarla, la situación era tan grave y se tomaron medidas tan tarde, que nos costará mucho más salir de ella.
Además, las medidas adoptadas para intentar capear la crisis, que nunca son bien digeridas por nadie llegan después de haber derrochado el dinero de las arcas públicas en cosas como el cheque bebé… La subida de impuestos, los recortes en pensiones y sueldos de funcionarios, las constantes subidas de luz y combustibles, el retraso de la edad de jubilación con un paro juvenil que supera el 40% y la inútil reforma laboral a la que se llegó después de más de dos años de “conversaciones” o “tomaduras de pelo” por parte del Gobierno y los sindicatos, han pasado factura al Partido Socialista Obrero Español.
La pérdida de credibilidad y el inusitado optimismo del que hacía gala en incontables ocasiones el Presidente del Gobierno, que le ha valido no pocas críticas tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, tampoco ha jugado a favor del PSOE. Un líder como Zapatero, del que se tratan de desmarcar unos cuantos dirigentes socialistas desde que anunciara su marcha, no ha ayudado para nada a que su partido consiguiese unos mejores resultados en este proceso electoral.
Otras cuestiones como la legalización de Bildu, el movimiento 15-M que ha logrado reventar la campaña en cuanto a atención mediática se refiere en la última semana y ha disparado el voto en blanco o una campaña orientada por parte del PP hacia los grandes temas del país y en la que el PSOE ha entrado al trapo e intentado defender su gestión nacional más que la local y autonómica, que era de lo que se trataba, han podido ayudar a agravar la crisis del partido todavía en el poder.
Eso sí, José Luis Rodríguez Zapatero ya ha anunciado que va a agotar la legislatura, ¿a qué precio?, ¿nos pasará factura el clima de incertidumbre que se vivirá en España hasta las elecciones generales?
Imagen sujeta a licencia CC de PSOE Extremadura
Más allá de la crisis de un partido, estamos ante la crisis de un estado que es, desde luego, se puede decir, solucionable. Va siendo la hora de que el PSoe piense en qué se equivocó durante la crisis, y también el PP. Hay, creo, una cuestión de mentalidad para cambiar: porque el tipo de crecimiento expansivo no sostenible fue obra de los dos partidos, en contra de un crecimiento basado en la idea de España nuevamente como gran imperio, ha de venir un crecimiento, sostenible, y con mayor riqueza per captita, de España en el sentido de un país ahora sí verdaderamente europeo y verdaderamente en un estado de bienestar. El hecho del posible traspaso de hegemonía de occidente, Estados Unidos, a Oriente, China, no tiene por qué alterar los nervios de nadie, y Europa, España, China, EEUU, tienen que entender, más allá de las histerias de los ataques financieros, que podemos vivir en una época de transición o no pacífica de la hegemonía, de una coexistencia geopolítca como, por ejemplo, se vivió entre EEUU y URSS durante la época de la economía keynesiana. Gracias.