

Causas de la condensación de las ventanas
Este fenómeno tan común, causado por el exceso de humedad en el hogar, se presenta como un incidente indeseado que nos obliga a limpiar constantemente los cristales afectados. Cuando un gas es enfriado hasta el extremo de que se materializa en forma líquida hablamos de proceso físico-químico bautizado con el nombre de condensación. Uno de los ejemplos más representativos de este suceso es la propia lluvia, dado que el vapor de agua contenido en las nubes se condensa, generando las gotas que caen sobre la superficie. Pero, más allá de este fenómeno de colosales dimensiones, en el interior de nuestra vivienda particular, el aire ambiental contiene vapor de agua, el cual, al entrar en contacto con una superficie fría, terminará por condensarse, tornando visible la humedad. Solo has de fijarte en el cristal de la ducha empañado cuando nuestra finaliza nuestra sesión de higiene particular, todo ello fruto de la condensación. Como se ha comentado en líneas anteriores, una de las causas más destacadas de la condensación de las ventanas es la presencia de humedad en el aire. Las viviendas más antiguas no suelen presentar este tipo de problemas, dado que son menos eficientes en lo que aislamiento térmico de ventanas se refiere, dejando pasar mucho más el aire. Este tipo de fugas o escapes permitirá que la humedad no se concentre en mayor medida y pueda abandonar el hogar. La estructura de este tipo de edificios suelen presentar poros, orificios y otro tipo de filtraciones que ayudará a que el aire fluya del interior al exterior de la vivienda. Tal y como se ha expresado en líneas anteriores situaciones como un baño caliente, cocinar en la olla nuestros guisos, poner la lavadora o los propios procesos fisiológicos de las plantas tenderán a aumentar la humedad en el ambiente.
Soluciones para la condensación de las ventanas
Una de las alternativas para evitar la condensación es conservar la atmósfera tibia, abriendo nuestras ventanas cuando hace demasiado calor en el interior y así posibilitar la bajada de las temperaturas. Con más frecuencia, la condensación se produce cuando la temperatura de la vivienda está por debajo de los 17ªC. Por otro lado, los sistemas de extracción y de ventilación son esenciales. En este sentido, una campana extractora es fundamental para evacuar el humo, el calor, los olores y, por lo tanto, el vapor de agua. Igualmente, has de tener muy presente que cuando abres las persianas de tus ventanas estás permitiendo que el aire circule alrededor de ellas. Por ello es de vital importancia que juntes las cortinas y las sostengas en este punto, dado que al estar cerradas aumentarán la acumulación de condensación en las ventanas. Apuesta por la presencia de los deshumidificadores, este tipo de sistemas podrán eliminar la humedad del aire en el cuarto. Para potenciar su efecto, colócalos cerca de las ventanas. Una de las tareas que es necesario practicar a diario consiste en abrir las ventanas de los extremos del domicilio para que la propia corriente pueda limpiar la atmósfera interior. En el caso de que la humedad sea excesiva, es posible que sea necesario realizar modificaciones a nivel estructural en el edificio, instalando, por ejemplo, vidrios de baja emisividad , que reducen la pérdida de calor; son los conocidos como Low E. ¿Qué os parecen estas soluciones para evitar la condensación de las ventanas por humedad?