

La mayor parte de las nuevas contrataciones realizadas en esos tres años dentro del sector público fueron de mujeres, hasta un 80 por ciento del total.
De esta forma, el empleo público ha crecido de forma paulatina y sostenida a lo largo de la última década, sin verse afectado por los embates de la crisis mundial que tanto ha golpeado al empleo en el sector privado. Así, según el Registro Central de Personal (RCP), el sector público empleaba a 2,3 millones de personas en el año 2000 y, en 2009, el número ascendía a 2,7 millones. Una cifra que, hoy en día, si se toman los datos de la Encuesta de Población Activa, supera los tres millones. En las comunidades autónomas, los mayores incrementos relativos del empleo público se registraron en Baleares, Cantabria y Cataluña.
Estas estadísticas cuentan no solamente a los nuevos funcionarios que han accedido a sus puestos de trabajo por medio de oposición, sino también a todo tipo de empleados, incluyendo temporales, interinos y con contrato por obra.
De esta manera, el sector público se perfila como una opción muy apetecible para las personas en búsqueda de empleo. De hecho, el número de personas que anualmente se presenta a alguno de los procesos de oposición que convocan las administraciones públicas (locales, provinciales, autonómicas y central) no ha hecho sino aumentar en los últimos tiempos, ya que se presenta como un oasis de estabilidad en el desierto de incertidumbre laboral que en estos momentos atraviesa nuestro país.