El insertor laboral, una ayuda para encontrar empleo

Con una tasa de paro de casi un 21% y cinco millones de parados, encontrar trabajo en nuestro país es como buscar una aguja en un pajar. Pero todavía resulta más complicado para los llamados colectivos de riesgo de exclusión social. Para intentar ayudarles nace la figura del insertor laboral.

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jose manuel paniagua
miércoles, 1 junio, 2011
insertor_laboral

Estos colectivos están compuestos por personas a las que las empresas les ponen aún más trabas de las habituales para darles un puesto de trabajo: parados de larga duración, jóvenes, mayores de 45 años, inmigrantes, personas con discapacidad y mujeres afectadas por situaciones de violencia de género. La función básica del insertor laboral es acompañar a las personas con más dificultades para encontrar empleo durante todo el proceso, desde la formación hasta un seguimiento posterior una vez se incorpore a una empresa. En el sector privado, empresas dedicadas a la gestión de recursos humanos cuentan con este tipo de orientadores para personas sin trabajo. En algunos casos, son contratados por empresas con reducción de plantilla para que orienten a los trabajadores que se quedan en el paro, les presten ayuda psicológica y les ayuden a trazarse futuras metas. El insertor se reúne con el desempleado y juntos buscan un nuevo objetivo profesional, entre los dos buscarán cuales son los puntos fuertes y los débiles del desempleado, para después mostrarle cómo intentar acceder a posibles puestos de trabajo a través de Internet, como redactar un buen curriculum, como aprovechar su red de contactos. Gracias a la labor de este profesional, la búsqueda de empleo se puede limitar a seis meses de media y casi el 85% de los candidatos logran un nuevo puesto de trabajo en los primeros doce meses. Sin embargo,  cuando hablamos de colectivos con riesgo de exclusión social, el proceso se complica y se alarga en el tiempo. De ahí, que los profesionales elegidos para formarse como insertores laborales hayan sido empleados de distintas ONG, conocedores de los problemas sociales y de los propios afectados. Estos profesionales aconsejan a los parados de riesgo en su posible formación, visitan empresas, buscan trabajos e incluso hacen un seguimiento del trabajador cuando éste se coloca. Un ejemplo del éxito que está alcanzando la figura del insertor laboral lo tenemos en el Programa Incorpora de la Obra social de la Caixa, que ya ha ayudado a más de 34.000 personas a encontrar empleo en más de 14.000 empresas a lo largo y ancho de todo el territorio nacional. Imagen sujeta a licencia CC de mjcrodez

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