

El balance que los sindicatos hacen de una reforma laboral concebida para crear más empleo, potenciar la contratación indefinida y tranquilizar de esta forma a los mercados y a nuestros socios europeos es que en un año la tasa de paro ha subido del 19% al 20,3%, la contratación indefinida ha caído todavía más desde que está en vigor la ley y lo de intentar tranquilizar a los mercados está claro que no ha funcionado.
Por todas estas razones, CC OO y UGT llevaron al registro del congreso de los Diputados más de un millón de firmas para que pueda ser tramitada la llamada iniciativa legislativa popular a la que han dando forma con el objetivo de que la reforma laboral sea revertida por la Cámara Baja.
Antes de entregar las cajas que contenían las firmas, ambos líderes sindicales, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, se dirigieron a sus seguidores (1.000 delegados sindicales que les acompañaron a hacer el paripé) para informarles de lo mal que está el país y de sus “denodados” intentos por mejorar la situación.
Incapaces de llegar a un acuerdo con la patronal y el Gobierno, los sindicatos advierten de que el camino para crear empleo no es abaratar el despido (como promulga la reforma laboral), que ya se vieron obligados una vez a convocar una huelga general (que fue un rotundo fracaso) y que no descartan volver a tomar una medida similar.
Además, también tienen previsto impedir que entre en vigor la reforma de la negociación colectiva, algo que según ellos, tampoco ayudará a crear empleo y sí a empeorar un poco más las ya de por sí deterioradas condiciones laborales de muchos trabajadores.
Imagen sujeta a licencia CC de PSOE Extremadura