

Respecto a España, la agencia advierte del excesivo apalancamiento de las empresas, ya que acumulan una deuda equiparable al 142 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en la segunda mitad de 2010. S&P también subraya que las exportaciones han registrado una buena recuperación en 2010, particularmente las que se dirigen hacia el resto de la Unión Europea (UE), y deberían ser un motor de crecimiento importante en los próximos 18 meses. Sin embargo, la demanda en el consumo es débil, en un entorno de elevado paro. Así, S&P prevé un crecimiento de nuestra economía del 0,8 por ciento en 2011 y un 1.5 por ciento en 2012.
En el caso de la economía europea en su conjunto, S&P señala que el gasto de capital, que comenzó a mostrar señales de recuperación en 2010 tras la caída registrada en 2008 y 2009, y que seguirá siendo un motor importante de crecimiento para lo que queda del año y para 2012.
Una muestra de las distintas velocidades en las que se está recuperando la economía europea es comparar la inversión en equipamiento que se prevé para este año, y que aumentará un 11 por ciento en Alemania y un 7 por ciento en Francia y Reino Unido, en comparación con el 2,8 por ciento que crecerá en España y el 2,5 por ciento de Italia.