

Según un estudio de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) publicado recientemente, entre los años 2005 y 2008 la economía sumergida alcanzó el 23,7 por ciento del Producto Interior Bruto, el nivel más alto desde 1980, año que sirve de punto de partida del estudio.
El informe de Funcas, realizado por los profesores de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid María Arrazola, José de Hevia, Ignacio Mauleón y Raúl Sánchez, señala que el incremento de la economía sumergida se multiplicó por cuatro entre 198o y 2008, mientras que en ese mismo periodo la economía oficial solamente se duplicó.
Los autores explican el incremento de la economía sumergida por el aumento de la presión fiscal durante el periodo analizado, ya que es muy habitual que a la subida de los impuestos le suceda un aumento del fraude para evitarlos. Entre 1980 y 2008 el Estado perdió 31.000 millones de euros al año por estas situaciones irregulares, una cifra muy elevada que, por ejemplo, duplica la recaudación del impuesto sobre sociedades del año pasado.
Funcas calcula que entre 1980 y 2008, 2,5 millones de empleados de media trabajaban en la economía sumergida y lejos de la mirada de la Seguridad Social. Entre 2006 y 2008, un periodo marcado por el boom inmobiliario, llegaron a a ser cuatro millones las personas empleadas "en negro", con la consecuente pérdida de ingresos para el Estado y, además, las negativas repercusiones para esos trabajadores, que al quedar muchos de ellos en paro con la llegada de la crisis, quedaron absolutamente fuera de las prestaciones y subsidios.