

Stiglitz afirmó en el tercer “World Forum” de la OCDE que estamos mucho mejor que hace un año cuando cayó Lehman Brothers, […] pero todavía estamos lejos de una recuperación robusta global”.
También comentó que se espera que el crecimiento del Producto Interior Bruto en Estados Unidos y en otras economías comience a ser positivo a lo largo del cuarto trimestre, a pesar de los “importantes problemas en el sector financiero” y de que aún persistan “serios problemas de insuficiencia en la demanda agregada”.
La incertidumbre sobre la sostenibilidad de la política de estímulo fiscal y monetario llevada a cabo por la administración Obama es otro de los factores que pueden afectar a la economía, puesto que los programas para fomentar el consumo son solamente temporales.
En cuanto a la debilidad del dólar, Stiglitz asegura que la tendencia bajista continuará debido al amplio déficit comercial que mantiene EE. UU. De este modo, afirmó que “se puede esperar un nivel considerable de inestabilidad y un largo período de debilitamiento del dólar, dado el déficit comercial y los insostenibles desequilibrios”.
En cuanto a la apertura del poder en la economía de los países emergentes, Stiglitz sostiene que “el paso del G8 al G20 ha supuesto un importante paso hacia delante, ya que no se pueden afrontar los problemas económicos y medioambientales con sólo ocho países”.
Antes de la conferencia de presa, el premio Nobel aseveró en la sesión matinal del foro que el mundo ha estado poniendo demasiado énfasis en medir el desarrollo a través del crecimiento del PIB, y que la crisis financiera global ha mostrado que las medidas convencionales de medir el crecimiento pueden ser engañosas a la hora de calibrar la calidad de vida de la población. Como ejemplo, anotó que cerca del 40% de los beneficios de estados Unidos entre 2005 y 2007 han sido dilapidados en 2008, con lo que la medida de los beneficios fue “totalmente distorsionada” añadió.
Imagen: Thaigov