

El propio ministro ha anunciado que, debido al Plan de Ajuste previsto por el Ejecutivo, varias obras de ferrocarril y carreteras ya licitadas van a tener un retraso medio de un año. Con esta medida, Fomento prevé ahorrar este año unos 3.200 millones de euros y el año que viene, una cantidad muy similar. El ajuste total de la inversión para este ministerio será de 6.400 millones de euros en el periodo 2010/11.
Fomento dará prioridad a aquellas obras que sean estrictamente necesarias. Blanco aseguró en la Comisión de Fomento del Congreso que "antes de construir más, debemos ser capaces de sacar mejor rendimiento a lo que ya tenemos". Además de los retrasos, el ministro dijo que se van a ajustar las obras públicas y que habrá casos en los que sea necesario revisar las inversiones, de forma que puede darse el caso de que para alguna de las obras previstas deban posponerse, suspenderse e incluso anularse los contratos para su ejecución.
Dicho esto, el ministro se mostró dispuesto a aceptar la que se le viene encima, es decir, las iras de trabajadores, empresas y ciudadanos que dejarán de tener trabajo o de disfrutar de mejores servicios por una mala planificación en una crisis que ya lleva mucho tiempo entre nosotros.
Parece que las mejor paradas de todas las obras públicas serán las que afecten a las líneas de ferrocarril, en sus tres modalidades, alta velocidad, línea convencional y mercancías. El ministro afirmó que Fomento tendrá en cuenta la colaboración de empresas privadas para sacarlas adelante. Blanco señaló que "Nos encontramos en un momento en el que debe prevalecer la racionalidad y la austeridad".
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