

Los expertos señalan como causa de la subida del IPC japonés, a la inmensa cantidad de planes de estímulo aprobados por multitud de países durante la crisis, estos han permitido a Japón revitalizar la exportación de sus productos, factor este clave en su economía. Sólo entre julio y septiembre el PIB japonés creció a un ritmo del 4,8% en términos reales (excluye la influencia de los precios), pero en términos nominales bajó un 0,3%. El PIB nominal si tiene en cuenta las variaciones de los precios y es un dato más cercano a lo que realmente viven los ciudadanos de aquel país.
En resumen podemos afirmar que la economía japonesa, sí está creciendo pero que tanto; el alto nivel de paro como la constante caída de los precios son factores de alto riesgo para la recuperación.
El Gobierno Japonés por fin ha reconocido, que su economía ha entrado en una nueva fase deflacionaria, que aunque por el momento, se la puede catalogar de suave, tendrán que estar atentos para superarla y no lastrar su lenta recuperación. El Gobierno solicitó el apoyo de las autoridades monetarias y el Banco Central de Japón ha dejado lo tipos de interés en un testimonial 0,1%, el más bajo de los países desarrollados.
El Banco Central de Japón estima que el crecimiento de la economía seguirá siendo moderado hasta por lo menos la mitad del año fiscal 2010.