

Pendientes aún de lo que pueda suceder hoy, el índice principal de nuestro mercado acumula pérdidas este mes de un 10,17%, después de que en abril bajase un 3,49%, un 5,61% en febrero y un 8,31% en enero, y que en marzo se revalorizase un 5,2%. El pasado año 2009 la bolsa subió un 30%, uno de los mejores registros de los últimos 10 años, esta recuperación se produjo después del 40% de bajada sufrida en 2008, año de comienzo de la crisis.
Una de las claves para estos resultados es la gran debilidad que muestra el euro en estos últimos meses, esto, unido al miedo del inversor por los problemas de algunos países de la zona euro y el mal comportamiento del sector sobre el parqué han provocado que las medidas de ajustes fiscales, las acciones emprendidas para endurecer la regulación financiera y los remedios adoptados para reforzar la moneda común europea no hayan tenido el efecto balsámico previsto.
Este mes ha sido un claro ejemplo de la volatilidad de nuestro mercado de renta variable. Cuando la comunidad europea decidió crear el fondo de 750.000 millones de euros para apoyar la moneda, nuestra bolsa logró la mayor subida de la historia en una sola sesión, alcanzando un +14,43% , cuatro días después registraba su mayor descenso del ejercicio, el 6,64%, debido a unos rumores que indicaban que el Banco Central Europeo había dejado de comprar deuda española e italiana.
Todo afecta a nuestra bolsa, si en abril fue la crisis griega la que provocó el descenso, en febrero fueron los miedos de los inversores sobre la solvencia de nuestras finanzas públicas y en enero se vio arrastrada por la caída de la banca. Esta espiral de subidas y sobre todo bajadas continuará mientras no aparezcan indicios reales de recuperación económica.
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