

Conviene recordar que el Estado ya recaudaba 2.000 millones de euros con el Impuesto de Patrimonio que derogó en 2.008. Este nuevo impuesto es muy parecido al retirado y afectará a aquellas personas que sumando todas sus posesiones (propiedades, acciones, ingresos y ahorros) superen el millón de euros en su haber. En nuestro país las personas que declaran tener un patrimonio valorado entre 1 y 10 millones de euros ascienden a 87.471, mientras que otras 1.467 poseen un patrimonio superior a los 10 millones de euros.
Según reconocen ahora diversos integrantes de nuestro Gobierno, fue un tanto precipitado eliminar el Impuesto de Patrimonio. La ministra de Economía, Elena Salgado, reconoció que si llegan a saber que esta crisis iba a ser tan larga y dura no lo hubiesen derogado, ya que los 2.000 millones que recaudaban gracias a él hubiesen ayudado a aliviar la maltrecha situación de las cuentas públicas.
El nuevo impuesto que se aprobará previsiblemente en el mes de junio (con este Gobierno nunca se sabe) vendrá a complementar las medidas de ajuste ya aprobadas en el Consejo de Ministros y está inspirado en uno similar que ya funciona en Francia desde hace más de dos décadas. Allí se denomina ISF, o lo que es lo mismo, Impuesto de Solidaridad sobre la Fortuna y grava en el país vecino a un total de 539.000 familias que declaran poseer, dentro y fuera del país, patrimonios superiores a los 790.000 euros. El Estado francés recaudo gracias a él unos 3.130 millones de euros el pasado año 2009.
Imagen sujeta a licencia CC