

Según lo publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de empresas insolventes o declaradas en suspensión de pagos aumentó por encima del 8% hasta un total de 1.552, mientras que los particulares que se declararon en concurso de acreedores (algo poco habitual en nuestro país) bajaron un 7%, para sumar un total de 251.
Del total de empresas y personas declaradas insolventes en el primer trimestre del año casi la tercera parte pertenecían al sector de la construcción y promoción de viviendas, mientras que casi el 20% lo hacía en el sector de la industria y de la energía y el 15,7% pertenecían al comercio. La inmensa mayoría de las empresas (75%) que han recurrido al concurso de acreedores son de pequeño tamaño (menos de 49 empleados).
Uno de los datos más reveladores que nos muestra la estadística del INE es que, del total de concursos de acreedores presentados en estos meses, sólo una ínfima parte (1,6%) iba acompañado de un plan de viabilidad para intentar salvar la empresa y de una propuesta anticipada de plan de pagos, por lo que, las probabilidades de que estas empresas continúen con su actividad después de declararse insolventes son mínimas.
No por esperado, al parecer el primer trimestre de cada año es el más propicio para que crezca el número de empresas y de personas insolventes, ha resultado menos decepcionante, ya que el número de concursos ha crecido por encima del 21% si lo comparamos con los últimos tres meses de 2010.
Sólo entre tres comunidades autónomas , Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana, han concentrado más de la mitad (52,1%) de los procedimientos concursales de todo el país.
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