

Con esta medida la comisión pretende garantizar que el tiempo de jubilación no siga aumentando en comparación con el tiempo pasado trabajando, algo que sería fundamental para poder mantener las pensiones. La cada vez más alta esperanza de vida obliga a aumentar la vida laboral.
En los últimos tiempos, ya han sido varios los países miembros de la Unión Europea que han retrasado la edad de jubilación y otros planean hacerlo. Alemania, Países Bajos y Dinamarca la han situado en los 67 años y el Reino Unido en 68. En nuestro país, el Gobierno ya ha propuesto aumentar la edad de jubilación de los 65 años actuales a los 67.
Durante los últimos 50 años, la esperanza de vida en el viejo continente ha aumentado de media, 5 años. Si hacemos caso a las últimas proyecciones demográficas, de aquí a 2060 podría producirse un nuevo incremento de alrededor de 7 años. Si a esto le sumamos las bajas tasas de fertilidad registradas en los estados miembros, el resultado es que la tasa de dependencia se duplicará: mientras ahora hay 4 personas en edad de trabajar por cada una mayor de 65 años, en 2060 sólo habrá dos personas en edad de trabajar por cada mayor de 65 años.
La suma del aumento de esperanza de vida, mala situación económica y la baja tasa de fertilidad obligará a las personas que trabajan a incrementar su vida laboral, si esto no sucede se producirá un aumento insostenible del gasto por pensiones o la cuantía de las mismas bajará.
En estos momentos la edad de jubilación media en la Unión europea se sitúa en 61,4 años. España está ligeramente por encima del promedio comunitario, al llegar a una edad de jubilación media de 62,6 años.
Imagen sujeta a licencia CC de Mónica Arellano-ONGpin