

La tradicional subida de la luz, una de las que más disgusta a la inmensa mayoría de los españoles, se traduce en un encarecimiento del 2,64% de la tarifa eléctrica de último recurso, la única que viene fijada por el Gobierno y a la que en la actualidad se acogen casi 23 millones de hogares y pequeñas empresas. Esta subida supondrá un incremento mensual aproximado de 89 céntimos en la factura de la luz de un consumidor medio (aquel que consume 293 kilovatios/ hora al año). La que no se ve afectada por la subida es la la tarifa con discriminación horaria, la antes conocida como tarifa nocturna.
Un respiro lo da el gas natural para usuarios domésticos, cuyas tarifas no experimentan subidas en esta revisión de precios. No podemos decir lo mismo de la bombona de butano tradicional, que a partir del 1 de enero cuesta 11,5 euros, 36 céntimos más que en diciembre, lo que supone un incremento del 3,36% en su precio final.
En el sector de los transportes resaltamos las subidas aplicadas en los billetes de Renfe, del 4% en los trenes de alta velocidad y larga distancia, y del 6% en los trenes de cercanías y de media distancia. El transporte urbano también se ve afectado y destaca el incremento de las tarifas en ciudades como Madrid, donde el metrobús de diez viajes ha pasado de costar 7,4 euros a 9, lo que supone una subida del 21,6 %.
Correos también ha aprovechado el momento para subir en dos céntimos de euro el franqueo de su producto más utilizado, la carta nacional ordinaria, por lo que ahora debemos abonar 0,34 euros para mandar una carta con un peso de hasta 20 gramos y 0,45 si pesa entre 20 y 50 gramos.
Las buenas noticias llegan de la mano de la cuota de abono de línea fija de telefónica, que se mantiene en los 13,97 euros (más IVA) de rigor, todavía muy por encima de la media europea.
Lo dicho, este año promete ser duro y la cuesta de enero ha comenzado más empinada que nunca, estaremos atentos a las novedades para hacéroslas llegar.
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