

El dato del déficit hasta noviembre supone el 6,79% de nuestro Producto Interior Bruto (PIB). En el mismo mes del año pasado la cifra alcanzaba los 13.967 millones por lo que en tan sólo 12 meses esta cantidad se ha multiplicado por más de cinco. Así los gastos en noviembre de 2009 ascendieron a 168.718 millones de euros (un 21,5% más que en el mismo periodo de 2008) y los ingresos fueron de 97.194 millones (el 22,2% menos que el año pasado).
En términos de caja, es decir, computando los ingresos y gastos cuando se producen y no cuando se comprometen (modelo este último que sigue la contabilidad nacional), el Estado registró hasta el mes de noviembre un déficit de 68.508 millones, frente a los 11.038 millones que registraba en el mismo periodo del año anterior.
La fuente principal de ingresos para el Gobierno, los impuestos, sigue reduciéndose. La desaparición de empresas, la cada vez mayor tasa de desempleo y la reducción del gasto por parte de los ciudadanos pasa factura. La recaudación por impuestos directos se elevó a 82.938 millones de euros, el 13,7% menos que hace doce meses, con una disminución del 10,9% en el IRPF y del 23,2% en el Impuesto de Sociedades. Los ingresos por impuestos indirectos alcanzó los 52.579 millones, el 21,3% menos, con una bajada en la recaudación del IVA cercana al 30%, mientras que los ingresos por impuestos especiales bajó en un 15% situándose en 17.758 millones.
Los pagos no financieros ascendieron a 163.000 millones, el 24,7% más y las transferencias corrientes aumentaron en un 28,5%.
Un dato demoledor, a finales del mes de noviembre el Estado necesitó endeudarse en 108.842 millones, en noviembre de 2008 la necesidad de endeudamiento fue de 36.203 millones. La situación se está volviendo totalmente insostenible.
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