

Tras una semana en la que la crisis griega colocó la prima de riesgo española en valores realmente alarmantes (más cerca de los 400 puntos que de los 300), ayer y tras el principio de acuerdo de la Unión europea para acelerar el nuevo rescate de Grecia, la misma se situó por debajo de los 300 puntos básicos.
Curiosamente, esta era la semana elegida por el Tesoro español para emitir 7.250 millones de deuda pública, y lo ha logrado, pero a cambio ha tenido (hemos tenido) que pagar un precio muy alto.
Ayer jueves, el Tesoro colocó 2.621,51 millones de euros en bonos a 10 y 15 años, en un entorno de mercado en el que el bono español a diez años se había colocado por encima del 6%. La demanda fue más elevada de lo esperado y superó los 5.000 millones de euros, muy por encima de lo que el Tesoro esperaba (entre 1.750 y 2.750 millones de euros). Un interés que se justificaba por los altos tipos de interés que ofrecía el Tesoro español.
Los bonos a diez años se colocaron a un tipo del 5,921%, un 0,5% más que en la subasta anterior, mientras que en las obligaciones a 15 años, el tipo marginal creció más de un 0,2% para colocarse en un 6,218%. Parece poco, pero os recuerdo que hablamos de miles de millones de euros (cientos de miles de millones de pesetas).
El martes ya habíamos colocado 4.448 millones de euros aunque, de la misma forma que ayer, el precio que tendremos que pagar será también muy alto, con tipos de interés que no se recordaban desde hace años.
En resumen: Cuando más crece la tensión en el mercado de deuda, el Tesoro emite deuda, que nos compran sin problemas al pagar más por ella. Resultado: España cada vez es más pobre y sigue sin dar muestras de poder salir de esta “eterna” crisis, mientras unos pocos en sus despachos cada vez se hacen más ricos.
Imagen sujeta a licencia CC de qisur