

Ayer lunes, el Tesoro público español se vio obligado a pagar más en la emisión de sus títulos. Se rompe así, una racha de cinco meses de bajadas en los tipos de interés que paga por su deuda. Concretamente, fueron adjudicados 4.658 millones de euros en letras a 12 y 18 meses, de los cuales 3.509,30 millones correspondían a las de 12 meses con un interés marginal del 2,90%, frente al 2,18 de la anterior subasta, y 1.149,69 millones con una rentabilidad del 3,496%, superior al 2,50% de la puja celebrada en el mes de marzo.
Una de las primeras consecuencias de estos resultados fue la espectacular subida experimentada por la prima de riesgo (interés adicional que los mercados requieren para comprar un activo poco seguro), la cual, se mide con el diferencial entre el bono nacional a diez años y el alemán del mismo plazo, que ha alcanzado los 223 puntos básicos, con una rentabilidad del 5,54%, lo que supone, su nivel más alto desde el pasado 10 de marzo.
Aunque todavía hay un poco de margen para que vuelva a marcar su récord histórico ya alcanzado en noviembre de 2010, cuando existía un temor al contagio irlandés. Mañana nuestro Tesoro Público, debe afrontar otra cita con los mercados de deuda, ya que, se celebrará una emisión de obligaciones a diez años, a la que se suma, una extraordinaria que tiene fijado su vencimiento nada más y nada menos que en 2024.
La nueva crisis de la deuda vino acompañada por la bajada de la Bolsa, que cayó el 2,02% ,afectada también, por la apertura en negativo de Wall Street después, de que Standard & Poor's volviera a bajar la perspectiva de la nota de la deuda estadounidense.
En el resto de Europa, más de lo mismo, las principales bolsas también cerraron a la baja, encabezadas por Milán, que cayó el 2,92%, París, el 2,35%; Fráncfort, el 2,11%, y Londres, el 2,10%.
Paso atrás que nos vuelve a colocar en los mismos niveles del mes de marzo y que parece poder tener continuidad.
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