Grecia se encuentra al borde de la quiebra y todo el mundo la señala como una de las principales causantes del rebrote de la crisis. El Gobierno griego intenta reconducir el país y lo hace a base de aprobar una serie de medidas que le ayuden a contener y reducir un déficit público demasiado elevado.
Si el país heleno quiere recibir la ayuda de sus socios europeos debe cumplir con las exigencias de ahorro impuestas por la Unión Europea. Para ello, el Consejo de Ministros griego ha aprobado un recorte del 20% en las pensiones de más de 1.200 euros y que 30.000 funcionarios pasen a una especie de “reserva” anterior al despido o a la jubilación.
Grecia ya había reducido en los dos últimos años el número de funcionarios en 200.000 personas, entre despidos de empleados con contratos temporales y jubilaciones no cubiertas. Sin embargo, según el compromiso alcanzado con sus socios europeos y el fondo Monetario Internacional para recibir los 160.000 millones de euros del que será su segundo rescate, aún debe acabar con los puestos de trabajo de otros 150.000 antes de que acabe 2015.
Otras medidas que aplicará el gobierno heleno para intentar cumplir con sus compromisos son:
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