

Varios analistas advierten de que el futuro del euro está en juego y proponen que la UE se comprometa a aportar los fondos que sean necesarios para dar estabilidad a la región y disipar las dudas sobre el futuro del fondo de rescate.
La prima de riesgo, medida por la diferencia entre la rentabilidad del bono español a 10 años y su homólogo alemán, en una sesión la semana pasada rozó los 300 puntos básicos. Esto disparó todas las alarmas en nuestro país, además la bolsa cayó de forma espectacular.
La inestabilidad de los mercados es causa de preocupación e incertidumbre y siempre afecta más a los países en peor situación económica, como es nuestro caso. Ante la preocupación por la desconfianza en los mercados de deuda, el PP pidió la comparecencia urgente de la ministra de economía para explicar la situación.
Según los expertos, el mercado no funciona y no hay liquidez, lo que explica la evolución de los diferenciales contagiados por el miedo y la desconfianza. Lo que los mercados están pidiendo pide son medidas contundentes y rápidas, tanto en España como en el resto de la Unión europea.
El mercado ve las medidas adoptadas por España y por muchos de sus socios europeos como soluciones a corto plazo, parches que no tendrán continuidad y que no ayudan a salir de la difícil situación económica en la que se encuentra la eurozona.
Cuando la prima de riesgo se dispara, significa, en pocas palabras, que los inversores (lo que conocemos como mercados) no se fían de que vayan a recuperar el capital invertido. De ahí que lo sucedido con Irlanda haya disparado la prima de riesgo española.
Para España y su Gobierno sería prácticamente imposible mantener una prima de riesgo de este calibre (pagaríamos unos intereses por nuestra deuda pública demasiado elevados) y podría verse abocada a otro rescate, y como dicen los que entienden, no es lo mismo rescatar a Irlanda que a España.
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