

Este pasado domingo, los ministros de finanzas de la zona euro han llegado a un acuerdo sobre el montante del préstamo internacional que será concedido a Grecia para el período que comprende los años 2010 y 2012, y que ascenderá a 110.000 millones de euros, de los que 80.000 millones corresponderán a la zona euro. Antes de que comience a llegar el dinero, es preciso, completar en las próximas fechas la tramitación parlamentaria de los préstamos bilaterales en algunos estados miembros.
Este no es el caso de España, cuya aportación económica, no tiene que pasar por ningún trámite parlamentario. De este modo, un país como el nuestro, en un gran momento económico, aportará a la causa la nada despreciable cantidad de 9.792 millones, el 12,24% del total que entrega la zona euro. Este año la primera aportación será de 3.672 millones de euros.
Grecia por su parte acaba de aprobar un Plan de Austeridad que hará que su economía caiga un 4% en 2010, dos puntos más de lo inicialmente previsto. Todo para intentar reducir un déficit del 13,6% sobre el PIB (2009) a un 3,6% en el año 2013.
La política de engaños y fraude del Gobierno heleno le lleva ahora a recortar los sueldos de los funcionarios, detener las contrataciones públicas durante un periodo de tres años, recortar las pensiones, subir los impuestos un 10% sobre alcohol, tabaco y gasolina y subir el IVA dos puntos más, hasta el 23% (es la segunda vez que lo suben en este año).
Estas medidas aún deben recibir el visto bueno del Parlamento, algo que sólo es un mero trámite, ya que el Partido Socialista que allí gobierna tiene mayoría absoluta. El pueblo griego ya comienza a manifestar su rechazo ante unas medidas que les hacen pagar a ellos la mala gestión de quienes les gobiernan.
Imagen sujeta a licencia CC