

Estos datos, según el presidente de la Asociación de la Asociación Española de la Banca (AEB), permiten que España no pierda credibilidad ante los diferentes mercados internacionales. Según Miguel Martín, recientemente reelegido como presidente, lo que el Gobierno debe hacer es "transmitir un programa integrado, explicado y convincente" en vez de anunciar una medida tras otra.
El presidente de la AEB ve necesario que nuestro país reduzca su déficit público, frene la destrucción de empleo y acometa la restructuración de algunas entidades financieras. Así mismo, piensa que cada país debe ser responsable de lo que ha hecho y que no deben pedir ayuda al resto de socios comunitarios cuando no sean capaces de cumplir el Pacto de Estabilidad. Para él, Grecia, no se puede comparar con España, ya que nuestra economía es más sólida y potente.
Para Martín la restructuración del sistema financiero español se encuentra en las "buenísimas manos" del Banco de España y apoya la política que este organismo sigue en el tema de fusiones.
El máximo responsable de la AEB calificó al año 2009 como de muy malo. En este año el sector bancario dedicó más de 20.000 millones de euros a dotar provisiones y a cubrir pérdidas por deterioro de activos para paliar los efectos del incremento de la morosidad, la cual terminó el pasado año en el 4,07%, frente al 2,41% con el que acabó 2008. A pesar de estas preocupantes cifras, la banca española mantiene una rentabilidad sólida, unos ingresos diversificados y cuenta todavía con un amplio colchón para los tiempos difíciles, lo que permite pensar que ninguno de nuestro bancos deba ir al Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria.
Parece claro que los bancos sólo notan la crisis por todos aquellos españoles que han tenido que dejar de pagar su hipoteca ya que seguramente también han perdido su puesto de trabajo.
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Amoral.
Las mejores inmobiliarias que hay son los bancos, no obstante ahora tienen «crisis» y dejan de ganar tanto como en años anteriores, pero muchos de ellos siguen teniendo ganancias muy superiores a las que muchos sectores desearían acceder en tiempos de bonanza.