

La conclusión de estos expertos es, que nuestro mercado laboral no funciona. Casi cinco millones de parados y la destrucción masiva de empresas así lo avalan. Tras la revisión anual a la que se ve sometida nuestra economía por parte de este organismo, se ha recomendado a nuestros dirigentes que se reduzcan las indemnizaciones por despido y que se cambie el sistema de negociación de los salarios en los convenios colectivos para dotar a las empresas de una mayor flexibilidad a la hora de contratar. El FMI insta a que estos cambios se produzcan lo antes posible, recordemos que los agentes sociales llevan más de dos años discutiendo y todavía a día de hoy no se han puesto de acuerdo.
Desde el FMI también proponen reducir el tamaño de nuestro sector financiero, el cual creció de forma desmedida al amparo de un modelo económico basado en la construcción. Para este organismo el punto más débil de nuestro sistema financiero son las Cajas de Ahorro, y en ese sentido han propuesto una reforma más profunda de su marco legal. El FMI apuesta por una cajas menos politizadas, que puedan convertir su capital social en acciones y que puedan aumentar su capacidad para captar capital externo, en definitiva, que cada vez se parezcan más a los bancos.
Sobre la reducción del déficit público, el FMI manifestó su acuerdo con las medidas adoptadas por el Gobierno, pero advirtió de que los objetivos marcados estarán en peligro si no se aplican en forma y tiempo adecuados o si nuestra economía no se recupera a la velocidad pensada. Aconsejó también un control mucho más estricto sobre las finanzas de las comunidades autónomas y sugirió la creación de un consejo fiscal independiente capaz de analizar las cuentas.
Por último, los expertos del Fondo esperan que nuestra economía crezca entre el 1,5 y el 2% a medio plazo y que la recuperación sea lenta, débil y frágil.
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